sábado, 18 de febrero de 2012

BREVET 340 KM

Esta mañana he hecho el primer test de cara a la aventura X-tension de ir de Valencia a Lisboa en bicicleta non-stop (unos 900-950 km). Sí, sí, habeis leido bien... y como muchos debeis pensar, lo confirmo: ¡estamos locos!
Bueno, el caso es que como no se decir que no a cualquier reto que se me proponga, pues no he sabido decir que  no a este viaje, aunque lleve poco más de un año haciendo bicicleta (y no demasiado exhaustivamente...). ¡Espero no morir pedaleando!
Así que esta madrugada hemos quedado a las 3 de la mañana Irigoyen, Marcos, Alex, Alberto, Joserdo y yo para empezar a pedalear: ¡nos esperaban cerca de 340 km de ruta! La ruta que hemos hecho ha sido: Valencia - Torrent - Turís - Macastre - Yátova - La Portera (Requena) - Campo Arcís (Requena) - Los Isidros (Requena) - Villatoya - Casas Ibáñez - Villamalea - Iniesta - Minglanilla - Embalse de Contreras - Utiel - Requena - Chera - Sot de Chera - Lliria - Valencia.
De salida íbamos todos equipados con nuestras luces y nuestro chaleco, viendo a la gente de fiesta por Valencia... ¡debieron de alucinar de ver a 6 locos en bici a esas horas! El primer tramo hasta Turís, donde encontramos un poco de tráfico (muy poco para ser exacto) se pasó rápido y comenzamos a subir la meseta en dirección a La Portera. En este tramo desde Turís hasta La Portera fuimos por una carretera de  montaña que debía de ser muy bonita, pero que no puede disfrutar porque todavía estaba muy de noche. Además, hacía muchísimo frío y se agradecía la subida para entrar algo en calor, aunque las bajadas eran más duras, tanto por la temperatura, como por la humedad (pedalabamos junto al río Magro), como por el riesgo de caídas a esas horas...
Era tal el frío que hacía que Alberto tuvo que parar a ponerse una manta térmica por debajo del cortavientos... Además, cuando intentamos beber de los botellines nos llevamos la sorpresa de que el agua estaba totalmente congelada!!! incluso llevando sales!!! Continuamos hasta Los Isidros donde, ya amaneciendo, decidimos entrar a tomar un café y entrar en calor. Irigoyen no había parado y Marcos continuó para avisarle... Fue la última vez que les vimos: cuando Marcos alcanzó a Irigoyen estaban muy lejos y decidieron continuar ellos solos.
El resto nos tomamos un café (o dos...) para entrar en calor: el espectáculo de Alberto para mojar las madalenas en el café es algo que no olvidaré jamás!
Cuando salimos del bar, ya brillaba el sol y continuamos la ruta. No ibamos muy rápido, pero cada vez que la carretera se ponía cuesta arriba, yo perdía contacto con el resto (aunque me esperaban en la parte de arriba): había que reservar que quedaba mucho para llegar a Valencia! Tras subir el puerto de Villatoya nos esperaba la meseta, donde pudimos rodar sin problema a la rueda de Alex (¡qué fuerte está el cab...!), para llegar hasta Casas Ibañez, Villatoya, Iniesta y Minglanilla. A esas alturas (llevabamos alrededor de los 180 km), Joserdo se apajaró y fue a cola de grupo manteniendo como podía la rueda.
Y desde allí fuimos a Contreras, donde al subir ¡ya no iba el último! Desde allí nos dirijimos hacia Utiel, donde decidimos parar a comernos un bocata para coger fuerzas y que Joserdo se recuperara. Y de allí a Requena, donde se nos unió Loren, que había salido más tarde desde Valencia y venía a encontrarse con nosotros para hacer la última parte de la ruta.
Ya nos quedaba "poco": sólo unos 100 km. Desde Requena nos fuimos hacia Chera y Sot de Chera, donde el terreno tendía a bajar, pero donde también nos encontrabamos repechos largos. Pasado Sot fue donde tuve mi crisis: no había comido nada desde Utiel y me sentía sin fuerzas, así que me tomé un par de barritas y como ibamos despacio para que Joserdo no se quedara solo, pude recuperarme bien. Así que nos dirimos hacia Lliria, todo picando hacia abajo ya, cuando vimos que no nos daba tiempo a llegar de día (como habíamos previsto), con lo que volvimos a colocarnos las luces y los chalecos y apretamos todo lo que pudimos hasta Valencia (Joserdo empezaba a sentirse mejor ya) para llegar a las 8 de la noche a casa con cerca de 340 km en las piernas.
La verdad es que me encontré bastante bien la mayor parte de la etapa, con bastantes fuerzas y sin llegar al máximo, así que estoy contenco con este primer test. Ahora ya deseoso de que llegue el segundo test: ida y vuelta a la Vía Verde de Ojos Negros en 24 horas!

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