Este fin de semana he vuelto a cambiar mi actividad deportiva: ¡me he ido a un curso de esquí en Pirineos! Llevamos preparando este finde desde la salida de iniciación a la montaña invernal que hicimos a finales del pasado mes de diciembre y por cuestiones meteorológicas habíamos tenido que modificar varias veces la fecha. El caso es que el viernes a mediodía salimos dirección a Bielsa el primer coche (de Paco) con Luz, Mamen y Pat dirección al Outlet de Barrabés en Huesca.
Tras una parada y una mala elección de ruta (vía Sabiñánigo y Biescas), con visita turística por una carretera sin salida... y por una nacional de montaña llena de curvas, llegamos finalmente al refugio de Pineta a la vez que el otro coche que había salido de Valencia 3 horas después que nosotros! Allí venían Cathy, La Rubia, Santi, Patri y Javi. El coche de Alberto y Blanca ya llevaba en Pirineos unos días.
El sábado nos levantamos temprano para ir a la gasolinera de Parzán, donde habíamos quedado con los motores del finde: Marco y Ramón. Yo, además, tenía que alquilar allí el equipo de esquiar (me costaron 7€ cada día!). De allí cogimos los coches y nos fuimos dirección Francia: a la estación de Piau Engaly (también superbarata: el forfait costaba 25€/día).
Tras una prueba de nivel inicial, quedamos 6 personas (Mamen, Patri, Alberto, Blanca, Ana y yo) en el grupo de iniciación, mientras que el resto quedaron en el grupo de perfeccionamiento para fuera de pista. A nosotros nos tocó de profe Ramón: ¡bien! Yo ya lo conocía de una salida del GMP y era muy majo. A media mañana nos quedamos en el grupo sólo Alberto, Blanca, Ana y yo. Nos tiramos todo el día haciendo ejercicios básicos por pistas verdes y azules para coger buena posición y técnica y al final nos grabaron un vídeo...
De allí nos fuimos otra vez al bar de la gasolinera de Parzán y estuvimos tomando unas cervecillas a la vez que veíamos los vídeos para ver nuestros fallos: brazos pegados al cuerpo, poca flexión de tobillos, posición del cuerpo demasiado echada hacia adelante... Pero lo que más me llamó la atención era lo lentos que íbamos!
Al día siguiente volvimos a las pistas de Piau Engaly donde seguimos con ejercicios variados en pistas azules. Me daba la sensación de ir muy lento y que podía hacer más cosas de las que hacía, pero lo cierto es que cuando Ramón nos llevó a la parte alta de la estación y nos bajó (todo por azules) hasta abajo vi que tenía mucha estabilidad y confianza y disfruté mogollón la bajada. Así que creo que el trabajo de Ramón estuvo genial!
Pero como todo lo bueno se acaba, el día tocó a su fin y nos tuvimos que volver para Valencia(esta vez por Barbastro mucho mejor), pero con la última anécdota del día: nos paró la Guardia Civil (iban con metralletas y todo) y nos retuvieron un ratín para comprobar nuestra documentación. Y así acabó nuestro viaje, donde creo que he aprendido bastante: sólo falta practicar y no olvidar todo lo aprendido! ¡Un viaje para recordar!
No hay comentarios:
Publicar un comentario