viernes, 7 de diciembre de 2012

TRAVESÍA REYES MAGOS

Este fin de semana iba a ser tranquilo y sin ninguna actividad fuera de casita, cena y poco más... hasta el martes. ¿Y qué pasó el martes? Pues que vi en la Casa de la Cultura de mi pueblo un cartel con una travesía solidaria corriendo por numerosos pueblos con el fin de recoger juguetes para la Cruz Roja y que esta los repartiese entre los más necesitados.
La travesía la organizaba un club de Murcia, el Ermita de Burgos (y en especial su sección de montaña y ultradistancia), y saldría por Alhama de Murcia para dirigirse a Caravaca el primer día; seguiría de Caravaca hasta Lorquí el segundo día; para terminar de Molina de Segura hasta Murcia el tercer día.
¿Y qué fue lo que hice? Pues por supuesto, ponerme en contacto con ellos para correrla. ¡Claro!
¿Y qué tiene de malo? Pues que eran unos 240 km a hacer en 3 días! Y por supuesto, dado mi poco conocimiento, pensé en hacerlo todo! Lo malo es que llevo más de 2 meses casi sin correr y sin hacer bici y no estoy en condiciones de hacerlo.
Además, ¿cómo les llamas, a falta de 2 días, y les dices que quieres correr esa salvajada sin haber entrenado y sin que te conozcan? La verdad es que es una locura, pero lo hice. Les escribí un correo electrónico para acompañarles todo lo que pudiera (yo mismo no sabía en qué condiciones físicas estaba...), pero me dijeron que mejor que no empezara con ellos, ya que las primeras etapas eran muy duras y lo podría pagar a posteriori. Así, decidí que lo mejor era sacrificar las etapas del inicio y empezar en Pliego para poder llegar al menos a Bullas el primer día y después ya vería cómo reaccionaba!
 
El jueves (festivo por ser el día de la Constitución), me presenté en Pliego para esperar a los corredores llegar, pero sus compañeros me dijeron que llevaban una hora y media de retraso y que iban a salir sin ellos para cumplir el horario: la travesía la iban a hacer unos pocos y el resto lo iba a hacer por relevos para ayudar a que fueran más los corredores que participasen.
 

Habían salido de Alhama de Murcia y tras pasar por Totana y Aledo, el cuarto pueblo por el que pasaban era Pliego tras cruzar Sierra Espuña. Y había sido en este último tramo donde habían habido problemas que les habían retrasado y por lo que todos los "relevistas" salimos de Pliego antes de que llegasen en dirección a Mula.
En todos los pueblos por los que pasabamos se realizaba un acto protocolario con alguna autoridad (alcalde o concejales) en el que se hacía un acto simbólico de entrega de lo recogido en cada pueblo, y eso hacía que se fuera acumulando tiempo perdido en cada pueblo.
Tras pasar por Mula, nos dirigimos al Niño de Mula, donde había además una comida organizada para que los corredores pudiesen reponer fuerzas y a donde acudieron los corredores que se habían retrasado en Sierra Espuña. Allí, además, se hizo una ofrenda en la ermita del Niño.
Sin mucha pausa para los que venían con retraso, se salió hacia Bullas por la Vía Verde del Noroeste ya que se volvía a llevar retraso y no se podía hacer esperar mucho a los alcaldes/concejales. Desde allí ya ibamos los que hicimos buena parte del recorrido restante: Jesús, Jose Antonio, Parra, McGregor, Dieguez,... A un ritmo muy muy suave, ya que el cansancio acumulado no les permitía ir rápido, llegamos a Bullas de noche, y donde hubo discurso incluido del alcalde. A mitad de camino se nos unió Joaquín en bicicleta, un orientador de Bullas amigo de Jesús (¡qué casualidad!) y que nos acompaño hasta Caravaca.
De allí, y bien abrigados por las bajas temperaturas, nos dirigimos a Cehegín y Caravaca para terminar cerca de las 21h. Yo hice unos 40-43 km, sin ningún problema físico (excepto el frío), pero cansado por las muchas horas (demasiadas) de trote. El total de travesía era ya de 98 km.
 
Al día siguiente me levanté con alguna dificultad y me fui a Caravaca para salir nuevamente a correr, esta vez por la montaña (¡bien!). De Caravaca nos fuimos a Moratalla acompañados de un chico de allí, Ventura, que nos hacía de guía, pero aún así llegamos con una hora de retraso... Tras un nuevo acto protocolario, nos dirigimos hacia Calasparra con la incorporación de Gregorio y Jose Luis, pero tuvimos algún problemilla con la ruta e hicimos kilómetros de más, llegando a nuestro destino con casi dos horas de retraso.

Así que, para recuperar este tiempo, decidieron adelantar en vehículo unos kilómetros para poder llegar a la hora estipulada a Cieza, la siguiente parada. Allí paramos en un bar a comer, para seguir después hacia Abarán con la compañía de tres chicos de Abarán que nos guiaron hasta Blanca, la siguiente parada.
Aquí los pueblos estaban muy próximos los únos de los otros, pero el tiempo que se iba perdiendo en los actos protocolarios volvían a hacer que nos retrasesemos y tuvimos que adelantar nuevamente los pocos kilómetros que faltaban para el siguiente pueblo en vehículos. A partir de Abarán ya se habían unido más corredores del Ermita de Burgos y con cada parada nos quedabamos muy fríos, así que decidí llamar a mi hermano Julio para que me recogiese y volverme para casa, que tenía aún unos cuantos kilómetros de coche.
En total hice unos 50-55 km ese segundo día con buenas sensaciones (al principio me costó porque me dolían las piernas de la bajada hasta Moratalla, pero después me encontré bastante bien). Lo único que me dolía un poco la espalda de la mochila y el tobillo...
Así, mientras yo volvía a Bullas, ellos terminaron la ruta del viernes de 117 km pasando por Ojós, Ulea, Villanueva de Segura, Ceutí y Lorquí (y puede que algún pueblo más... que hay muchos por allí!).
 
El último día les quedaban sólo unos 30 km entre Molina y Murcia, pasando por numeros pueblos y pedanías, pero yo ya no fui por tener demasiados kilómetros de coche. Además, tenía un poco inflamado el tobillo, aunque no me impédía correr en absoluto. Pero bueno, para no haber entrenado nada los últimos meses, meterme casi 100 km en 2 días estuvo bastante bien! Y sobre todo, el ambiente de la travesía fue muy entretenido y toda una suerte encontrar esos compañeros.
¡Saludos para todos, ultratraileros!
 
La web de la sección de montaña y ultras del club Ermita de Burgos: http://www.ultratrails.com/nuestro-club/travesia-de-reyes/

domingo, 2 de diciembre de 2012

FINDE MULTIAVENTURA EN MONTANEJOS

Este finde no he tenido ni competición ni salida a la montaña: me he ido a Montanejos (Castellón) con amigos de las carreras de orientación a hacer un fin de semana multiaventura, además de hablar de Verd3, el futuro equipo que se está creando con componentes de equipos varios de la Comunidad Valenciana. Íbamos a hacer bici de montaña, correr por montaña, escalada, espeleología y o-birring, así que no íbamos a parar mucho!
La noche del viernes nos fuimos para allá todos los que íbamos a hacer bici el sábado, y, a pesar del frío (había ola de frío y había nevado en Teruel a cotas no muy altas) nos juntamos unos cuantos: Héctor E., Ana, Toni, Ma, Héctor N., Oscar, Camil, Sergio F., Jaime y yo. Con nosotros venía Vicent, de Geoxtrem (la empresa de actividades de aventura de Montanejos que nos ayudó a organizar el I Raid Sierra de Espadán), para hacernos de guía por la zona.
Yo no iba con mi bici: Jaime me había dejado una suya vieja y llevaba bastante precaución porque no llevaba demasiados frenos, pero bueno, aparte de los frenos y de llevar la cadena oxidada iba bastante bien!
De Montanejos salimos por carretera (no había demasiados caminos para subir…) en dirección a Puebla de Arenoso remontando el río Mijares y el embalse de Arenoso hasta el cruce de Pina de Montalgrao, donde la subida se hizo más fuerte. Esta carretera la seguimos hasta el primer collado, donde tomamos un camino (¡por fín!) hacia la izquierda de bajada, para al poco tomar una senda algo técnica en dirección a la aldea de Los Calpes. Yo tuve alguna que otra dificultad por los frenos, mi inseguridad y lo lentos que teníamos que ir en los sitios más complicados por ser tantos y que siempre había alguien parado, por lo que no podía coger ni seguridad ni velocidad para pasar determinados puntos…
Tras hacer una pequeña pausa en el bar del pueblo, volvimos a coger otro camino en dirección a un piquillo con unas vistas espectaculares de la zona (en la foto, Montanejos y el barranco de La Maimona). Tras esa subida, ya sólo teníamos que bajar a Montanejos por pista y sin dificultad alguna.
Tras una comida rápida, volvimos a quedar con Vicent para que hiciera de guía por la Cueva Cirat, una cueva de unos 1100 m de longitud. Esta vez sólo fuimos 5 los que nos apuntamos: Héctor E., Héctor N., Sergio F., Jaime y yo (el resto se fue a escalar o a correr). Yo nunca había hecho espeleología y me gustó mucho ver las formaciones que habían: estalactitas, estalagmitas, columnas, antiestalagmitas, coladas, gours, bóvedas enormes, ... y otras más que nos contaba Vicent, pero que ya se me han olvidado! L Otra cosa que me llamó mucho la atención fue lo que parecía ser coral petrificado que llegaba hasta un cierto nivel, como si fuera esa cueva hubiese estado a nivel del mar hace millones de años…
Vamos, ¡una experiencia muy recomendable! 
Y por la noche, ya con David, Sara, Carlos B., Dori e Inma nos tocaba el O-Birring! (para los que no lo sepan es una carrera de orientación en la que entre balizas tienes que beber cerveza, memorizar y correr…, vamos para acabar cocío!). Lo hicimos por equipos, lo más equilibrados posibles, con orientadores más experimentados con los menos: a mí me tocó con Sergio F. (en cuanto a orientación éramos los que mejor íbamos! J). Pero aquí entraban en juego otros factores, como beber rápido y, sobre todo, ¡ver las balizas! ya que teníamos como balizas cartones blancos y naranjas que aunque estuvieras a 2 metros costaban de ver! (en la foto de abajo se me ve helado con Camilet, con balizas en la mano). 
Al final Sergio F. y yo fuimos los vencedores morales del O-Birring (el equipo de David y Sara llegaron antes pero con trampas! ;-P ). Allí mismo, con la ropa de correr y demás cenamos unas pizzas y también celebramos el cumple de Inma a las 00:00 en punto, con tarta incluida! Vamos una noche de lo más completa y divertida!
 
A la mañana siguiente, con poquitas horas de sueño, madrugamos para la última actividad del finde: unos nos fuimos a escalar y otros a correr. A escalar fuimos sólo Toni, Ma, Sergio F. y yo, y estuvimos en la vía Woody Allen (4+), relativamente fácil, ya que sólo encontré un punto complicadillo, pero porque me salí un poco de la vía, y tuve que bordearlo.
Sólo pudimos hacer una vía porque teníamos cita en el Spa a las doce de la mañana incluido en el precio del alojamiento, y claro, después del finde de no parar, pues no podíamos renunciar a él! Así que allí estábamos puntuales (para otras cosas no lo habíamos sido tanto!) para relajarnos entre la piscinita y el jacuzzi!
A comer se unieron Sergio A. y Mila, y ya por la tarde sólo teníamos la reunión de Verd3, cargar trastos y para casa!
Un finde estupendo, con amigos, deportes y risas ¡para repetir!