domingo, 12 de mayo de 2013

II CSP115 CASTELLÓN-PENYAGOLOSA

This weekend I've been running in the Spanish Long-Distance Hill-Running Championship, a 118 km race from Castellón to Penyagolosa Peak, crossing a lot of mountains in the county.
I hadn't trained hard enough, but I wanted to try to finish it: it was a really difficult challenge! But I tried and I did it! In fact, although it was very tiring, I run in a confortable way until 95 km. Then I felt without energy and it was to me really difficult even walk... But I keep on trying hard, and at the end I could finish in 20h08', very tired, but really happy!

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+ info: http://www.penyagolosatrails.com/wp-content/uploads/2013/05/ResultadosCSP.pdf

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Este fin de semana he participado en el Campeonato de España de Ultra Trail de la FEDME que se disputaba en Castellón. Era la segunda edición de la CSP115, una carrera que sale de Castellón y recorre una importante parte del interior de la provincia hasta acabar a los pies del pico Penyagolosa.
A pesar de llamarse CSP115 (porque la primera edición fueron 115 km), este año han habido cambios en el recorrido y la distancia real ha sido de 118 km, con un desnivel positivo de 5.439 m y negativo de 4.227 m, pero parece ser que los cambios habidos en trazado, la han hecho mucho más dura que en su primera edición.
La carrera empezaba a las 6 de la mañana, así que el madrugón ha sido importante: me he levantado a las 4 de la mañana en casa de Óscar, y tras recoger a Carlos Benet (los tres somos los ultra-zumbados del nuevo club Verd3, jeje) nos hemos ido para Castellón.
Yo no había entrenado la prueba por unos problemillas las semanas previas, pero como me hacía ilusión correr esta carrera, pues allá que fui: ¡a ver qué salía!
De salida, iba trotando suave para no abusar y no salir excesivamente rápido y mantenía el contacto visual con Carlos B. y Óscar. Al pasar por el primer avituallamiento, habíamos perdido de vista a Óscar (no iba muy lejos) y tras dejar atrás el segundo avituallamiento, tampoco volví a ver a Carlos B. Ellos se juntaron e hicieron parte de la carrera juntos hasta que Óscar tuvo que retirarse por problemas en el gemelo. El tiempo estaba siendo estupendo: nublado, por lo que el calor parecía que no sería un factor limitante. Y así siguió todo el día.
Tras un buen bocata en Les Useres y unos buenos trozos de empanada en la bonita ermita de Sant Miquel (el avituallamiento estaba en su patio interior), la CSP115 se separaba de la MIM, carrera de 63 km con la que se compartía recorrido hasta allí. Desde entonces, la carrera se hizo más tranquila, sin tanta gente ni aglomeraciones: se respiraba naturaleza y se podía disfrutar corriendo por las sendas de unos parajes muy bonitos.
Al pasar por Atzeneta (km 50,8), para distraerme, estuve intentando que unos niños me dejaran sus bicicletas o que al menos me dijeran un atajo para llegar a Benafigos, jeje. ¡Me lo pasé pipa con ellos! Me encontraba súper cómodo, pero las sensaciones empezaron a cambiar con la subida a Benafigos por un cortafuegos súper empinado: me sacó del punto. Pero no era el único. En ese tramo coincidí con Luis, un chico gallego que vivía en Madrid, y que también estaba sufriendo en la subidita... así que hicimos grupete y llegamos al pueblo.
Allí había paella para comer, pero aún no estaba acabada, así que volví a comer empanada y seguí hacia adelante con Luis. La verdad es que íbamos superbién de tiempo, con una previsión de tiempo excelente: sólo faltaba aguantar así hasta el final. Hasta Culla, la zona era preciosa: en mi opinión la zona más bonita de toda la carrera. Y también muy muy dura! ¡Tal vez el tramo más duro de todo el recorrido! Y para rematar, se sumó a la fiesta la tormenta. A nosotros sólo nos llovió cinco minutos, pero por otros tramos calló incluso piedra y quedaron los caminos bastante encharcados en muchos tramos...
(llegando a Culla con Luis)
 
Ya bastante cansados y con un dolor de pies importante, paramos a comer un plato de pasta en el pueblo y reponer un poco de fuerzas. Yo no quería parar mucho, pero Luis quería cambiarse de zapatillas, así que salí yo un poco por delante para no quedarme demasiado frío, y él intentaría alcanzarme... pero en Vistabella aún no me había alcanzado. Yo seguía con buenas sensaciones, pero como se acercaba la noche, tomé medio bocadillo y seguí hacia adelante en dirección a Xodos sin parar mucho. Y ese fue mi error...
A mitad de camino, empecé a notar que me faltaban las fuerzas, así que bajé el ritmo y comí unas barritas. Luis me alcanzó poco antes del pueblo y juntos llegamos allí, pero yo iba tocado y le dije que siguiera él... ¡Luis, si lees esto, ponte en contacto conmigo y me cuentas cómo acabaste!
Acababa de anochecer y las temperaturas bajaron. Y estaba totalmente destemplado: entre el frío y agotar mis reservas energéticas, totalmente apajarado... y sin ganas de comer absolutamente nada. Me obligué a comer un par de trozos de membrillo y salí con manga larga y el chubasquero puesto para intentar mantener el máximo de calor, pero no lo conseguía. Ese fue el tramo que más sufrí de toda la carrera: no podía ni trotar en las bajadas y las subidas las hacía a ritmo ultra-tortuga a 1-2 km/h, me sentía incluso un poco mareado... Así que me paré un par de veces a sentarme en el suelo a intentar reponer fuerzas, pero me quedaba helado.
Tardé unas 2 horas y media en llegar al avituallamiento del kilómetro 107,3. Iba fatal... Pero un chico, alertado por otros corredores, vino a mi encuentro a ver cómo estaba y me acompañó y dio conversación el último medio kilómetro. La verdad es que me animó una barbaridad y le debo a él mejorar mi estado de ánimo. Seguía sin nada de hambre, pero me insistió en que tomara plátano con chocolate caliente que tenían... y la verdad que comer algo caliente (aunque poco) me vino genial.
Y salí del avituallamiento trotando muy suave, pero recuperando sensaciones poco a poco. Las subidas no eran tan duras (o eso me parecía a mí) y el llano podía trotar. Incluso comencé a adelantar a algún corredor que iba también justo de fuerzas, lo que me animó. Así, cansado pero con mejores sensaciones me dirigí a meta para intentar bajar de 20 horas, pero no lo conseguí porque los últimos 2-3 km eran muy resbaladizos (muy rocoso y con barro...), así que a pesar de ser de bajada, tuve que caminar bastante para evitar las caídas.
Y así conseguí finalizar este reto, muy, muy, pero que muy contento! ;) Los tiempos de paso de carrera fueron:
- La Pedra de Borriol (km 13,9): 1h47'12"
- La Bassa de les Oronetes (km 25,2): 3h04'49"
- Les Useres (km 33,4): 4h15'26"
- Sant Miquel de Torrecelles (km 43,7): 5h54'10"
- Benafigos (km 61,1): 8h27'31"
- Culla (km 72,3): 11h05'35"
- Vistabella (km 91,1): 14h00'30"
- Xodos (km 100,7): 15h50'30"
- Sant Joan de Penyagolosa (km 118): 20h08'17"
Carlos B., tras pasarlo también mal a mitad de carrera, acabó en 23 horas largas... pero con muy buenas sensaciones en los últimos 30-40 km. ¡Un crack!
La verdad es que esta ha sido la mejor carrera que he corrido en mi vida: una señalización perfecta, carteles de distancia en carrera cada 5 kilómetros, carteles en cada avituallamiento con el perfil del tramo siguiente, comida variada y en grandes cantidades y unos voluntarios muy atentos que nos ayudaban aconsejándonos en cada tramo describiéndolos... Vamos, en mi opinión ha sido una organización de 10!!!

sábado, 4 de mayo de 2013

ENTRENAMIENTO ROGAINE

Hoy ha sido un día raro, haciendo cosas diferentes que no suelo hacer...
Para empezar, he participado en un entrenamiento para rogaine organizado por la FEDOCV en Algar de Palancia, en el paraje de Les Escales. Yo nunca había corrido un rogaine (sí que había hecho maratón-o), y como se disputa por parejas, no podía ir sólo. Esta vez no podía contar con mi pareja habitual de maratón-o: mi hermano, así que lo hice con una amiga del equipo, Inma, que está empezando en la orientación (pero lo hace bastante bien ;) ).
Así que, tras echarle una mano a los organizadores (Tama y J. Barberá) con la señalización, salimos todos en masa con un recorrido máximo de 2 horas. El plan del entrenamiento no era el de forzar porque Inma es un poco tortuga, jeje, así que hicimos el recorrido a su ritmo, corriendo cuando podía y caminando el resto, pero sin pausa.
La verdad es que la elección de ruta no fue la más acertada (visto a posteriori), pero fue la más montañosa que se nos ocurrió. Nuestra ruta fue la siguiente: 31 - 34 - 36 - 35 - 39 - 40 - 41 - 45 - 46 - Meta, consiguiendo 85 puntos, pero llegando 8 minutos tarde... en sexta posición final por la penalización de tiempo.
La verdad es que las balizas las encontramos superbién, excepto una (la 40), donde otro equipo nos chivó dónde estaba, pero lo que hizo fue hacernos equivocar y nos perdimos un poco... Pero en todo caso, fue un paseo muy entretenido por la montaña! ;)

Y para rematar el día, quedamos a patinar por la noche Ma, Toni, Inma y yo. La verdad es que yo estoy verde con los patines, no como ellos, pero necesito practicar como sea los patines, para mejorar de cara al CERA de Cieza. Estuvimos unas 2 horitas patinando, y sólo conseguí caerme una sola vez! (aunque lo intenté muchas más!), lo cual está superbién!
Acabamos la ruta en el McAuto de la Ronda Norte (yo bastante cansado por la concentración de patinar tanto tiempo seguido...), comiendo una hamburguera con los patines puestos!
 
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